La cerámica de pedestal estuvo bien en su momento, pero ahora pienso que forma parte del pasado.
Con este trabajo quiero romper con la idea de la cerámica como un elemento ornamental o funcional .Esta instalación no se soporta sobre ningún pedestal o vitrina, simplemente sobre el suelo, donde la persona puede moverse alrededor y sentirse más cerca de la obra , más cerca del problema.
El tema que vengo a representar en este proyecto es el virus del SIDA y la importancia de su existencia. Todo el mundo debería estar preocupado e informado acerca de esta enfermedad infecto-contagiosa, que debido a algunas de sus formas de transmisión la sociedad parece rehuirla. Aunque se ha avanzado en tratamientos precoces contra la mortalidad del virus, solamente favorecen a los países desarrollados, a los más ricos, ya que en los países más pobres, que es donde se encuentran el 90 % de los enfermos carecen de los recursos para combatir esta enfermedad .Con esta instalación pretendo lanzar una llamada de alarma, para que exista una unión dentro de la globalización tan pregonada actualmente, para que los países desarrollados actúen de forma decidida y pongan todos los medios necesarios, para que al menos se logre que esta enfermedad en el tercer mundo se convierta como en los países "llamados desarrollados", en una enfermedad crónica y no mortal, hasta que se encuentre la erradicación de este problema mundial. La obra consta de 400 piezas de cerámica que representan las pequeñas estructuras que forman la célula . La intención es mostrar el proceso de infección del virus hasta llegar a la destrucción de la célula. Por esto utilizo dos tipos de arcilla, una roja (terracota) y otra blanca (mimbre). Las estructuras blancas representan las células sanas y las rojas las infectadas.
Marta de Pablos